En el corazón mismo de la devoción cristiana reside una virtud fundamental: la amabilidad. Este rasgo, profundamente enraizado, refleja la esencia misma de here el Salvador, quien nos enseñó a amar y servir al prójimo. La Sagrada Escritura nos llama a imitar el ejemplo por Cristo, mostrando bondad hacia aquellos que sufren y ayuda a los necesi